Tener un piso en propiedad puede ser el sueño de muchas personas pero para otras puede suponer una pesadilla.
Ser el propietario de una vivienda implica una serie de gastos fijos: impuestos, seguros, comunidad, mantenimiento básico, etc. Si vives en ella no hay problema porque son gastos que amortizas de alguna manera.
¿Pero qué ocurre con ese piso que es tuyo y que no utilizas? Al final se convierte en una sangría constante de dinero. El caso más típico es el del piso heredado. Un familiar cercano fallece y te deja en herencia su piso. Tú ya tienes uno, o simplemente no quieres mudarte por las razones que sean ¿qué haces entonces?
Intentar venderlo.
Al principio parece sencillo pero a medida que van pasando los meses te das cuenta de que la cosa no es tan rápida como te imaginabas. El piso es viejo y no luce mucho en las fotos. Los posibles compradores apenas llaman y los que lo hacen y van a verlo, no son capaces de hacerse una idea de cómo podría quedar el piso una vez adecentado.
Así que ahora mismo tienes 3 opciones:
- Bajar el precio.
- Home staging.
- Reforma virtual.
En este post te vamos a contar las ventajas y los inconvenientes de cada una de ellas. Pero si no quieres leerlo y pasar directamente a la solución más rápida y económica haz click en el botón de debajo.

Imagen de una reforma virtual de OKOLI arquitectos
Solución 1: Bajar el precio
La ventaja es que es la opción más sencilla de todas. No hace falta más que eso, bajar el precio. No hace falta invertir ni adelantar dinero en nada.
¿Como inconveniente? Pues que al final es donde más dinero pierdes. Es cierto que no tienes que adelantar nada de dinero pero cuando hablamos del precio de un piso, una bajada de 1000 euros no llega a nada. Tendrías que bajar 10.000 o 15.000 euros como mínimo para que los posibles compradores comenzasen a fijarse en tu oferta.
Por otro lado, rebajar tanto un piso hace que la gente desconfíe un poco ¿por qué lo vende tan barato? Seguro que el piso tiene algún fallo o no cumple con la normativa, o tiene unos vecinos desagradables.
Es decir, al final consigues que la gente vaya a ver el piso con la idea de buscar los fallos en vez de lo bueno y eso dificulta la venta.
Por lo tanto, no es una opción que recomendamos. Si tu piso tiene un precio ajustado a la realidad, no es justo que tengas que bajarlo para poder venderlo.
Solución 2: Home staging
Esta manera de vender pisos empezó a estar de moda hace unos años. Se trata de contratar un servicio profesional en la que unos decoradores te “adecentan” el piso con muebles alquilados o de cartón para que luzca un poco más.
También pueden recomendar pintarlo o hacer una reforma menor.
La idea es que los posibles compradores muchas veces no se atreven a dar el paso porque no son capaces de imaginarse cómo podría quedar el inmueble una vez decorado. Así que tú pagas una decoración provisional para resolver este problema.
¿El inconveniente? Muchas veces es el precio, que suele rondar sobre los 700-1000 euros, o más en el caso de que haya que hacer algo de obra.
Por otro lado, esta opción no es válida para aquellos pisos que necesitan de una reforma mayor porque las posibilidades son las que son y si la cocina necesita un cambio, de nada sirve que el salón tenga unos muebles bonitos. Además, al ser muebles alquilados (o de cartón), no siempre se van a ajustar a las medidas del piso por lo que puede que no aprovechen todo el potencial de tu piso.
Solución 3: Reforma virtual
La reforma virtual empieza a verse ahora mismo como el sustituto del home staging. Mantiene las ventajas de este y elimina los inconvenientes.
Una reforma virtual consiste en que un profesional va a tu piso a medirlo y luego te entrega unas imágenes y un plano de cómo podría quedar la casa una vez reformada. Tú puedes utilizar esas imágenes como reclamo publicitario para tu piso.
¿Qué ventajas tiene? Por un lado, los posibles compradores pueden hacerse una idea bastante precisa de cómo quedaría tu piso una vez reformado. No sólo eso sino que hasta le podrías decir el precio aproximado de lo que podría costarles.
Por otro lado, al no depender de un stock de muebles, se trata de una reforma totalmente personalizada. Por ejemplo: en vez de la librería que haya disponible, se podría meter en la imagen una librería hecha a medida y del color que queramos para que el salón luzca mucho más.
Esta opción además te permite dar un enfoque comercial a la venta, adaptando el propio mobiliario o la distribución al comprador que buscas.
Estamos seguros de que las reformas virtuales se convertirán en la nueva manera de vender pisos de segunda mano. ¿Para qué imaginarlo si puedes verlo?
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